Preguntar y esperar, dejar que nuestro interior elija a qué prestarle atención (este sabe más que uno mismo), lo que precipitará una sensación-sentida en específico con respecto a una situación, misma que es indescriptible pues conforma la globalidad de nuestra posición respecto a ello; se suele expandir por tórax, estómago o garganta. Sea lo que sea que se siente, esto se acoge, se le da espacio y se le permite estar y expandirse.