El contagio social muestra un esquema simple: La conducta inicia con un ejemplo preeminente, se propaga, se adopta y luego se descarta. Las soluciones modeladas que alcanzan cierto grado de éxito para resolver un problema tienen a propagarse a otra clase de problemas, de igual manera es posible que comiencen a ser suplantadas por formas más violentas. Estas conductas contagiosas suelen descender cuando se toman contramedidas eficaces, de igual forma, la aparición de métodos de contracontrol, el uso excesivo y las consecuencias previstas y experimentadas desempeñan un papel importante para determinar los cursos futuros de la agresión.