Durante sus primeras décadas no se consideraba un arte, puesto que se prefería la pintura para plasmar la realidad, no fue hasta el siglo XX, cuando por las tendencias estéticas de la época, le abrieron la puerta a la fotografía de ser considerada un arte, a través de su potencial subjetivo, ya que se pensaba que no había nada de artístico en hacer una copia "instantánea" de algo