El ser humano siempre ha observado con gran
interés y respeto las creaciones notables de los seres y grupos humanos que le han precedido en el tiempo, admirándolos
desde su propia perspectiva y circunstancia. Así, imbuida de ese sentido de los clásicos, se fue consagrando la
valoración de lo más antiguo, especialmente lo vinculado con la creación artística, desde la clasificación de las artes mayores y
menores, con especial énfasis en lo monumental.