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LA CONSOLIDACIÓN DE VALES REALES COMO FACTOR DETERMINANTE DE LA LUCHA DE…
LA CONSOLIDACIÓN DE VALES REALES COMO FACTOR DETERMINANTE DE LA LUCHA DE INDEPENDENCIDA DE MÉXICO
La aplicación de la consolidación de vales reales en la Nueva España
En abril de 1805 la sociedad novohispana se cimbró ante la noticia de la aplicación de la Consolidación de Vales Reales.
Era la gota que derramaba el vaso del malestar que se había acumulado durante las últimas décadas debido a las frecuentes solicitudes de donativos y préstamos.
Todo esto destinado a financiar las guerras de Carlos III y Carlos IV.
La Consolidación de Vales Reales fue promulgada mediante el Real Decreto del 28 de noviembre de 1804.
La consolidación de Vales Reales significaba extraer importantes cantidades de la riqueza novohispana hacia la metrópoli, en perjuicio de instituciones eclesiásticas y seculares.
Se buscó que se desprendieran de su dinero líquido y de los bienes raíces y capitales de inversión que poseían y los depositaran en la Tesorería Real.
Los Vales Reales fueron títulos de deuda pública expedidos durante los reinados de Carlos III y Carlos IV por falta de un sólido respaldo financiero.
La corona se comprometió a pagarles réditos de 5% anual sobre las cantidades enajenadas, esto se concibió como un préstamo forzoso al Estado.
De septiembre de 1805 a febrero de 1809.
La oposición a la Consolidación como antecedente de los movimientos independentistas.
La oposición tomó las proporciones de un complot que se extendió a lo largo de las diócesis de México, Puebla y Michoacán.
Fue un parteaguas, a partir de entonces cuestionaron a la monarquía y buscaron nuevas alternativas políticas entre ellas la independencia.
Los protagonistas de este movimiento de resistencia fueron los deudores de capitales eclesiásticos.
Todos los inconformes se valieron de las Representaciones para expresar su desacuerdo con la medida.
La mayoría eran criollos.
Las Representaciones constituían una vía que se utilizaba en la época para dirigirse al rey y expresarle puntos de vista sobre la monarquía.
En las Representaciones se adujeron argumentos económicos, políticos, religiosos y éticos para tratar de disuadir al rey de aplicar la medida.
La similitud en la redacción de varias de las Representaciones así como la coincidencia en los argumentos denotaron comunicación entre los dirigentes.
Fue el primer movimiento masivo de resistencia contra la corona.
Este intento por resolver las diferencias con la corona mediante el diálogo se frustró debido a la decisión del virrey Iturrigaray de actuar con energía y rigor contra los inconformes.
El 22 de septiembre contestó a las Representaciones del Ayuntamiento de México y del tribunal de Minería donde imponía obediencia y reprochaba el atrevimiento a opinar.
Destituyó de su cargo al corregidor de Querétaro, Miguel Domínguez.
Entre las nuevas estrategias de lucha destacaron el ocultamiento a las autoridades de bienes y de información.
Las frustraciones y resentimientos generados por la Consolidación y las demás medidas extractivas, crearon rechazo hacia la corona española y odio hacia el virrey y los funcionarios del gobierno, a todos los españoles.
Bienes enajenados mediante consolidación.
La principal aportación monetaria provino de las instituciones eclesiásticas.
La Consolidación también perjudicó a 371 pueblos indígenas al enajenar en 1806 fondos pertenecientes a sus cajas de comunidad.
Los propietarios de capitales enajenados recibieron un título de propiedad por los bienes confiscados, el cual les otorgaba formalmente derecho a cobrar réditos de 5% anual sobre ellos.
En la práctica hubo grandes irregularidades respecto a los pagos. Esto se debió a que la corona delegó la obligación de pagar en las tesorerías novohispanas, pero no proporcionó los medios.
A partir de 1812 se suspendieron los pagos por completo.
Efectos macroeconómicos de la Consolidación
La Consolidación contribuyó significativamente a la severa crisis económica que experimentó la Nueva España a finales de la primera década del siglo XIX.
Privar a las ramas productivas de medios crediticios fue un duro golpe para la economía.
La falta de crédito provocó el estancamiento de la economía.
Después de la independencia, el gobierno reconoció el adeudo de la Consolidación, pero nunca pagó los réditos, ni devolvió capitales enajenados.
Otro problema provocado por la Consolidación fue la descapitalización de la mayoría de las instituciones eclesiásticas, educativas, de salud, y de beneficencia.
En las zonas rurales la Consolidación contribuyó al empobrecimiento de los pueblos indígenas al despojarlos de dos terceras partes de sus fondos de cajas de ahorro.
El saqueo económico vía la Consolidación fue un factor decisivo en la toma de conciencia respecto de la explotación a la que estaban sujetos los novohispanos.
Efectos microeconómicos y sociales de la Consolidación.
El problema fue que los funcionarios que diseñaron el Real Decreto de Consolidación no tomaron en cuenta que la mayoría de deudores carecía de los medios para redimir sus adeudos.
Esto implicó que perdieran los bienes raíces que los garantizaban.
La Consolidación contribuyó a la ruina de familias pertenecientes a la élite.
Lo enajenado no fue equitativo ya que hubo instituciones que perdieron proporcionalmente mucho más que otras.
Resultaron más afectadas las pequeñas que las grandes.
Hubo escuelas de primeras letras que se vieron obligadas a cerrar sus puertas por falta de presupuesto.
Muchas jóvenes no pudieron casarse debido a que perdieron sus fondos de dotes.
Los dirigentes de la resistencia se convirtieron en autonomistas e independentistas.
En 1808 el virrey Iturrigaray suspendió provisionalmente la consolidación, surgió el primer intento pacífico por lograr la autonomía de la Nueva España.
Aprovechando la inestabilidad política reinante en la Península se valieron en el Ayuntamiento para redactar un plan autonomista.
El plan proponía la creación de un gobierno provisional americano al mando del virrey Iturrigaray quien gobernaría en nombre de Fernando VII.
Se trataba de otro momento político España había sido invadida por Francia.
El astuto virrey que sentía acabada su carrera política en España, impulsaba ahora la independencia y especulaba con la posibilidad de ponerse al frente de la nueva nación.