La mayoría de los productos y servicios industriales, se basaban en la explotación física de los recursos naturales. Los trabajadores, echaban mano de la experiencia adquirida durante generaciones, con base en la aplicación de esfuerzos de tipo más bien personal, con carácter defensivo y no preventivo. Así nació la actividad industrial, reflejada en un inicio, como un simple esfuerzo individual o, en el mejor de los casos, de tipo gremial, más que en un sistema organizado.