Please enable JavaScript.
Coggle requires JavaScript to display documents.
Estrategias de comprensión de texto - Coggle Diagram
Estrategias de comprensión de texto
Haz un resumen.
unir los datos más importantes del texto tales como los personajes, el motivo, los problemas, los resultados… puede servir como ayuda para llenar esos pequeños huecos argumentales que no quedaron completamente claros durante la primera lectura
Organizadores de texto.
A la hora de estudiar o comprender un texto de mayor extensión, los organizadores de texto pueden convertirse en nuestros mayores aliados.
Haz predicciones.
Hacer predicciones de cómo terminará el texto nos ayudará a involucrarnos en el mismo.
Vuelve a leer el texto.
Normalmente al leer un texto por primera vez nos quedaremos con la idea principal. Si luego queremos profundizar, volver a leerlo es una de las mejores opciones ya que cuando sabemos de qué trata, los detalles que en un principio pudimos pasar por alto serán mucho más obvios tras la segunda lectura.
Lee entre líneas, usa las pistas del contexto.
Este método consiste en la comprensión de una palabra cuyo significado desconocemos ubicándola en contexto con el resto del texto. Debemos ser capaces de leer entre líneas, al final todo se basa en emplear la lógica.
Piensa en voz alta.
Todo adquiere mayor sentido cuando lo decimos en voz alta puesto que es mucho más sencillo entender algo cuando se explica mediante la voz en lugar de leyendo para uno mismo.
Ubica las palabras claves.
Ubicar esas palabras clave puede resultar de gran ayuda para la comprensión del texto.
Visualiza.
Una idea que verdaderamente puede ayudarnos a la hora de comprender un texto es crear nuestras propias imágenes mentales de eso que estamos leyendo.
Usa tu conocimiento previo.
La información que vamos aprendiendo en el transcurso de nuestra vida puede resultarnos de mucha ayuda para afrontar nuevas situaciones. De igual modo, cuando vayamos a leer un texto, estos conocimientos previos son de suma importancia pues pueden facilitar la comprensión del mismo.
Ajusta el ritmo en el que lees.
Es muy probable que cuando comencemos a leer un texto vayamos mucho más rápido pero conforme avancemos en el relato el ritmo de lectura disminuya ya que nuestra mente se cansa antes.
Haz una lectura rápida.
Una manera sencilla de interpretar y conocer la idea principal de un texto en un primer momento, es realizando una lectura rápida y superficial que sirva para obtener una idea general de lo que ocurre en la historia.
Proponte un objetivo como lector.
Es común que al leer mucho muy rápido cuándo no estas acostumbrado termines asqueado Lo mejor que podemos hacer para no acabar asqueados por la lectura es marcarnos una serie de objetivos, escoger temas que nos interesen y saber cuándo tomar un descanso.
Para.
Tras largos periodos de tiempo leyendo sin apenas descanso, lo más probable es que nuestra compresión y atención disminuyan considerablemente. Lo más aconsejable en estos casos es parar y tomar un descanso realizando otro tipo de actividad que nada tenga que ver con la lectura.
Parafrasea.
Una excelente idea que podemos llevar a cabo cuando no tenemos muy claro algún concepto de un texto, es tratar de repetir eso que acabamos de leer pero empleando nuestras propias palabras.
Ten prioridad por alguna información.
Este es un punto importante ya que en algunas ocasiones los autores además de dar a conocer la idea principal de su relato también mencionan una serie de detalles que de una forma u otra sirven para complementar la idea principal aunque no sean del todo relevantes para su comprensión.
Toma apuntes.
Sirven para ubicar los puntos importantes del texto y para organizar la estructura del mismo.
Monitorea y repara tu entendimiento.
Si se diese el caso de que no acabamos de entender lo que hemos leído, debemos parar e intentar reparar esa falta de entendimiento.
Conexiones textuales.
Para tener una mayor comprensión del texto no es suficiente con leerlo. También es necesario detectar relaciones dentro del propio relato en el caso de que éste fuera bastante extenso.
Evalúa lo aprendido.
Una vez hayamos leído el texto en cuestión, verificar si lo hemos entendido todo o si por el contrario existen partes que nos hayan costado más, es muy importante para lograr una total comprensión del texto.
Cuestiona el texto.
Realizar preguntas acerca de lo que estamos leyendo nos ayudará a comprender su planteamiento al mismo tiempo que puede proporcionarnos una nueva perspectiva