El fin de los parlamentarios, adquirir un poder de control. indisputado, jamás se alcanzó; y, al igual que la nobleza más rápidamente aún, puesto que estos juristas tenían un profundo sentido de lo que es el Estado, empapados como estaban de derecho romano, y porque la ilegalidad les pesaba tanto como les hacían falta los panecillos de Gonesso
En cuanto el soberano se atrevía a alzar la voz, cada una se metía en filas, se ponía en su lugar y volvía a su tarea.