Es la segunda vesícula del encéfalo en el desarrollo embrionario que va numerado de atrás a adelante, originado por el rombencefalo, y que a su vez da lugar a dos nuevos componentes que son: el cerebelo y el puente varolio y los 4 nervios craneales V, VI, VII y VIII, que son a saber, el nervio trigémino, el motor ocular externo, facial y el auditivo. Además, su principal función es controlar nuestros movimientos postulares y coordina el movimiento que hagamos. Además, en esta vesícula se encuentra el puente de varolio, que es una zona de cruce de vías nerviosas, en la que las fibras que provienen de la zona derecha del cuerpo se dirigen a la zona izquierda de nuestro cerebro.