El bronquiolo terminal también cumple otras funciones, como por ejemplo, la descontaminación del aire inspirado. Todas las vías respiratorias se mantienen húmedas por una capa de moco que reviste toda la superficie. Este moco atrapa pequeñas partículas del aire inspirado, evitando que alcancen los alveolos, y es movilizado por acción de los cilios, que baten unas 10-15 veces por segundo, en dirección a la faringe. Después, el moco, con las partículas atrapadas, es deglutido o eliminado mediante la tos.