Más allá de las fronteras del Imperio romano vivían una serie de pueblos muy diferentes a los que los romanos llamaban bárbaros, que significaba «extranjero», pero también «tosco», «inculto» o «salvaje».• Los hunos: procedían de las estepas de Asia, se dedicaban a la ganadería y hostigaban constantemente a otros pueblos.
• Los germanos: procedían del norte y el este de Europa, zonas muy frías. Se organizaban en tribus y vivían de la ganadería y la agricultura itinerantes. Atraídos por el clima y las riquezas del Imperio romano, se habían ido acercando a este. Desde el siglo III, algunos pueblos bárbaros traspasaron sus fronteras aprovechando su debilidad.
Los germanos mantenían relaciones con los romanos, unas veces pacíficas y otras violentas. Sin embargo sí que rompieron las fronteras en numerosas ocasiones, aunque no supusieron una grave amenaza hasta el siglo II. La debilidad que sufrió el Imperio romano con la profunda crisis del siglo III fue lo que hizo que algunos pueblos bárbaros rompieran las fronteras del Imperio.