No somos solo nombres, apellidos y lugar de dónde venimos, todos tenemos un sentido y para descubrirlo debemos ver más allá de lo superficial, reflexionar sobre nuestros deseos, pensamientos, valores, actitudes, sentimientos y emociones. Así nos conoceremos más y seremos capaces de respondernos a nosotros mismos la interrogante de ¿Quién soy y por qué estoy aquí?
Debemos conocernos a profundidad, para encontrar el sentido de nuestra vida.
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