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El vivir de un sueño - Coggle Diagram
El vivir de un sueño
El silencio en la noche
Dormir al azar de la ruta nos expone a las sorpresas de la noche o el alba, a los animales de paso, a la incomodidad o al éxtasis del despertar.
El dormir en la noche sin un techo es una formidable invitación a la filosofía, a la reflexión ociosa sobre el sentido de nuestra presencia en el mundo.
Están los despertares empapados en rocío, las noches heladas o ardientes, llenas de sueños, de mosquitos, de lluvia o de miedo, debido a ruidos imposibles de identificar, de una voz cercana que nos inquieta en este lugar desierto.
Comprender el silencio
El caminar por el silencio es una travesía y una forma de disfrutar el sonido que la naturaleza o el ambiente nos ofrece.
Nuestra alma necesita ver algo que se calle, el silencio es una sustancia casi tangible cuya presencia habita el espacio e impone constantemente la atención.
No es la desaparición del sonido lo que hace el silencio, sino la calidad de la escucha, el pulso ligero de existencia que habita el espacio.
El silencio se nos da como una ausencia de ruido, como un horizonte todavía no afectado por la técnica, una zona en barbecho que la modernidad no ha absorbido aún.
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El canto es un compañero de ruta, un balancín mental.
Las marchas inmóviles son a veces infinitas, sin otra dirección que el tiempo.
Caminar sin fin para no llegar a ninguna parte, para olvidar simplemente el paso del tiempo y el lento avance hacia la muerte que es, a la postre, el fin de toda marcha.
Apertura al mundo, el caminar nos ofrecen una bella e inmensa imagen de toda la existencia que nunca tiene un fin.
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El viajero
Siempre va en busca de nombres que los ayuden a centrar su recorrido y a sacarlo del caos en el que se encontraba sin embargo tiene esa ambición de ir buscando nombres por todos lados y no todas las parcelas en el mundo tienen nombres.
Y base a esto siempre siempre se pregunta ¿de dónde viene? ¿Adónde va? ¿Quién es? , son preguntas eternas del viajero que generan gran interrogación y son por cosas minimas, como el clima, el lugar donde dormir etc...
La relación que tiene el viajero con el paisaje siempre genera una emoción antes que cualquier otra cosa, cada lugar genera distintos sentimientos según como esté el viajero.
El caminar es una confrontación con lo elemental como el orden en la naturaleza y en espacios geográficos, meteorológicos, ecológicos, filosóficos entre otros.
El viajero se topa a un sinfín de situaciones concretas de unos comportamientos inusuales de los hombres y los animales como si por estar en el mismo lugar tuviese un peso más allá de una visión.