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Las cegueras del conocimiento: el error y la ilusión - Coggle Diagram
Las cegueras del conocimiento: el error y la ilusión
El talón de Aquiles del conocimiento
La educación debe mostrar que no hay conocimiento que no esté, en algún grado, amenazado por el error y por la ilusión.
El conocimiento en forma de palabra, de idea, de teoría, es el fruto de una traducción/reconstrucción mediada por el lenguaje y el pensamiento y por ende conoce el riesgo de error.
La afectividad puede asfixiar el conocimiento pero también puede fortalecerlo.
No obstante, los paradigmas que controlan la ciencia pueden desarrollar ilusiones y ninguna teoría científica está inmunizada para siempre contra el error.
Los errores mentales
Ningún dispositivo cerebral permite distinguir la alucinación de la percepción, el sueño de la vigilia, lo imaginario de lo real, lo subjetivo de lo objetivo.
También existe en cada mente una posibilidad de mentira a sí mismo (self-deception) que es fuente permanente de error y de ilusión.
La memoria, fuente irremplazable de verdad, puede estar sujeta a los errores y a las ilusiones.
Los errores intelectuales
Nuestros sistemas de ideas (teorías, doctrinas, ideologías) no sólo están sujetos al error sino que también protegen los errores e ilusiones que están inscritos en ellos.
Lógica organizadora de cualquier sistema de ideas el hecho de resistir a la información que no conviene o que no se puede integrar.
Los errores de la razón
Lo que permite la distinción entre vigilia y sueño, imaginario y real, subjetivo y objetivo, es la actividad racional de la mente que apela al control del entorno.
La racionalidad constructiva que elabora teorías coherentes verificando el carácter lógico de la organización teórica.
La racionalización se cree racional porque constituye un sistema lógico perfecto basado en la deducción o la inducción
Las cegueras paradigmáticas
El paradigma está oculto bajo la lógica y selecciona las operaciones lógicas que se vuelven a la vez preponderantes, pertinentes y evidentes bajo su imperio (exclusión-inclusión, disyunción-conjunción, implicación-negación).
El paradigma efectúa la selección y la determinación de la conceptualización y de las operaciones lógicas.
El paradigma es inconsciente pero irriga el pensamiento consciente, lo controla y, en ese sentido, es también subconsciente.
El imprinting y la normalización
Las doctrinas e ideologías dominantes disponen igualmente de la fuerza imperativa que anuncia la evidencia a los convencidos y la fuerza coercitiva que suscita el miedo inhibidor en los otros.
Bajo el conformismo cognitivo hay mucho más que conformismo.
El imprinting cultural marca los humanos desde su nacimiento, primero con el sello de la cultura familiar, luego con el de la escolar, y después con la universidad o en el desempeño profesional.
La neología: posesión
Las creencias y las ideas no sólo son productos de la mente, también son seres mentales que tienen vida y poder.
La Idealidad, modo de existencia necesario a la Idea para traducir lo real, y el Idealismo, toma de posesión de lo real por la idea; la racionalidad, dispositivo de diálogo entre la idea y lo real.
Nunca dejar de mantener el papel mediador de nuestras ideas y debemos impedirles su identificación con lo real.
Lo inesperado
Lo inesperado nos sorprende porque nos hemos instalado con gran seguridad en nuestras teorías, en nuestras ideas y, éstas no tienen ninguna estructura para acoger lo nuevo.
Lo nuevo brota sin cesar; nunca podemos predecir cómo se presentará, pero debemos contar con su llegada, es decir contar con lo inesperado.
La incertidumbre del conocimiento.
El conocimiento del conocimiento que conlleva la integración del conociente en su conocimiento debe aparecer ante le educación como un principio y una necesidad permanente.
Debemos comprender que, en la búsqueda de la verdad, las actividades auto-observadoras deben ser inseparables de las actividades observadoras, las autocríticas inseparables de las críticas, los procesos reflexivos inseparables de los procesos de objetivación.
Intentar jugar con la doble enajenación, la de las ideas por nuestra mente, la de nuestra mente por las ideas para lograr formas donde la esclavitud mutua mejoraría la convivencia.