Los signos de la lengua, aunque sean psíquicas sus dos caras, para Saussure, no son abstractos, son, por el contrario, concretos, tangibles, y la escritura permite fijarlos en imágenes convencionales
Los signos de la lengua, aunque sean psíquicas sus dos caras, para Saussure, no son abstractos, son, por el contrario, concretos, tangibles, y la escritura permite fijarlos en imágenes convencionales