La cabeza del examinador ejercerá una presión suave pero continua sobre el estetoscopio, la mano libre toma el pulso de la madre a fin de diferenciar los latidos fetales de los maternos, se retira la mano que sujetaba el estetoscopio para evitar ruidos extraños y esa mano libre toca el útero, para poder apreciar si hay contracciones, teniendo que cuantificar la actividad cardiaca fetal por separado; es decir, teniendo la paciente la contracción uterina o no,debido a la importancia que esto implica sobre todo al final del embarazo.
Frecuencia de los latidos fetales oscila en condiciones normales, entre
120 y 160 latidos por minuto
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