Las células T se originan a partir de una célula madre pluripotencial derivada de la MO, que migra al timo y una vez allí, atraviesa por diferentes estados de diferenciación. Las células epiteliales y mesenquimales tímicas, los macrófagos y las células dendríticas proveen a los timocitos de los estímulos necesarios para su atracción, proliferación, expansión, migración, diferenciación y maduración. Las células estromales tímicas, que incluyen a las epiteliales, secretan citocinas, entre ellas, interleucina-7 (IL-7), que estimulan la proliferación de las células T inmaduras.