Se puede interpretar y, es de resaltar, que la clave es tener en cuenta que el comportamiento de un colaborador no es una resultante de los factores organizacionales existentes, sino que depende de las percepciones del colaborador respecto a estos factores, en todo caso las percepciones del trabajador sí son altamente dependientes de las condiciones del medio ambiente en la empresa, su cultura, las interacciones o relaciones interpersonales, factores de poder, las normas, creencias y valores establecidos, ya que todo ello conforma un sistema que regula el comportamiento y desempeño de los colaboradores.