A. Provocación de incendios de forma deliberada e intencionada en más de una ocasión.
B. Tensión o excitación afectiva antes de hacerlo.
C. Fascinación, interés, curiosidad o atracción por el fuego y su contexto (p. ej., parafernalia, usos, consecuencias).
D. Placer, gratificación o alivio al provocar incendios o al presenciar o participar en sus consecuencias.
E. No se provoca un incendio para obtener un beneficio económico, ni como expresión de una ideología sociopolítica, ni para ocultar una actividad criminal, expresar rabia o venganza, mejorar las condiciones de vida personales, ni en respuesta a un delirio alucinación, ni como resultado de una alteración al juicio (p. ej., trastorno neurocognitivo mayor, discapacidad intelectual [trastorno del desarrollo intelectual], intoxicación por sustancias).
F. La provocación de incendios no se explica mejor por un trastorno de la conducta, un episodio maníaco o un trastorno de la personalidad antisocial.
La característica principal de la piromanía es la presencia de varios episodios de provocación deliberada e intencionada de incendios. Los individuos con este trastorno experimentan tensión o excitación afectiva antes de provocar el incendio.
La piromanía se presenta mas frecuentemente en hombres, especialmente en aquellos con peores habilidades sociales y problemas de aprendizaje.
Es importante descartar otras causas de provocación de incendios antes de establecer el diagnostico de piromanía. la provocación de incendios puede también darse como parte del desarrollo de la experimentación infantil.
Otros trastornos mentales: No se realiza un diagnostico separado de piromanía cuando la provocación de incendios se produce como parte de otro trastorno de la conducta, un episodio maniaco, un trastorno de la personalidad antisocial en respuesta a un delirio o alucinación.