Desde los primeros años de su vida profesional litigó siempre en defensa de los derechos de los trabajadores; se dedicó de lleno a defender a los mineros de Pachuca, a donde iba todos los días por seis años con sus amigos Fernando Casas Alemán y Gabriel Ramos Millán. Como su tesis profesional la hizo sobre los problemas laborales y sus compensaciones, logró en sus luchas contra las compañías mineras que se reconociera a la silicosis como una enfermedad profesional, para hacer valer los derechos de estos trabajadores. Su tesis como abogado, sobre riesgos y enfermedades profesionales, fue tomada como base para la legislación obrera vigente. Alemán ejerció su profesión por un corto tiempo en Tamaulipas, y después en Las Choapas, Veracruz, litigando a favor del sindicato petrolero. Tras la muerte de su padre en 1929, regresó a la ciudad de México y consiguió trabajo en el despacho de su tío paterno, el político Eugenio Méndez. A principios de 1931 contrajo matrimonio con la guanajuatense Beatriz Velasco, tuvieron tres hijos; Miguel, Beatriz y Jorge Francisco.