Salvo en cefalópodos, el sistema es abierto. El corazón, con 2 o 3 cavidades, impulsa la hemolinfa por arterias hasta espacios abiertos o senos. De aquí es recogida por venas, oxigenada en las branquias y devuelta al corazón. Los cefalópodos (pulpos, calamares, sepias) tienen un circulatorio cerrado y, además, presentan corazones branquiales, cerca de las branquias, que mejoran la oxigenación sanguínea.