Se implementó en 1920, como "CUADERNO ÚNICO ESCOLAR". 1) DE LA PIZARRA AL CUADERNO ÚNICO ESCOLAR: en ese tiempo el papel era considerado un "bien de lujo", por lo que resultaba muy costoso. Se fundó en esa época la primera fábrica de papel en argentina, que en un principio sólo proveía papel para diarios y para embalaje. Entonces, se emplearon recursos más accesibles que el papel, como la pizarra manual y los cajos o mesas de arena. Esto generó discusiones respecto a la higiene y los beneficios didácticos para el aprendizaje. Quienes tenían mayor posibilidad económica, accedían a cuadernos de clase "San Martín" y usaban uno para cada materia. En 1925, en las escuelas de Capital Federal se prohibieron las pizarras pero no dejaron de usarse hasta 1950. A comienzos de la década del '20, el "CUADERNO ÚNICO ESCOLAR", se comenzó a utilizar como consecuencia de los intentos de reforma educativa que llevaron a cabo los representantes de la Nueva Escuela. Como para ese entonces, las escuelas no tenían un criterio de trabajo unificado respecto del cuaderno (había una gran variedad, de aritmética, de caligrafía, de escritura, apuntes, etc), entonces el cuaderno único apareció como una gran novedad, de alta significación por ser una alternativa integradora, pero a su vez, generó mucha polémica porque las autoridades gubernamentales del momento se resistían. Entonces, enmarcado en una nueva propuesta de organización institucional, el cuaderno único tuvo un rol de central importancia, ya que por un lado, intentó sistematizar y simplificar la labor escolar, y por el otro, respondió mejor al concepto de trabajo taylorista que imperaba en ese entonces, emparentando la escuela con la industria. Este cuaderno único pasaría a ser un cuaderno del "hacer" de la realización de ejercicios, frente a la escuela verbalista. En cuanto a SU ESTRUCTURA: se mantuvo la forma del HORARIO MOSAICO POR MATERIA (por lo tanto su uso no logró la transformación que buscaba la Nueva Escuela), se siguió exigiendo la cantidad de ejercicios, la PULCRITUD, la LETRA LINDA, y el cuaderno borrador o de tareas. De esta forma el cuaderno único se adaptó a las NECESIDADES DE LOS MAESTROS NORMALISTAS, generando un nuevo producto 2)"EL CUADERNO DE CLASE". Este serviría para CONTROLAR y supervisar el trabajo realizado por todo el grado, incluyendo al maestro. El inspector solicitaba sólo 7 cuadernos para controlar a toda la escuela, simplificando su tarea.