Esta rebelión, al igual que su antecedente, la insurrección de Tacna de 1811, se puso en relación con los revolucionarios argentinos, que en 1813 invadieron por segunda vez el Alto Perú, esta vez bajo el mando del general Manuel Belgrano. Tras la toma de Tacna, los patriotas marcharon a Moquegua con dirección a Arequipa, pero fueron derrotados por los realistas en Camiara