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PANADERÍA EN MÉXICO - Coggle Diagram
PANADERÍA EN MÉXICO
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PANADERÍAS, PANADEROS Y PANES POPULARES
Se tienen noticias que hacia 1525 ya existían panaderías donde ya existía y se vendía en locales adjuntos.
Tales establecimientos, estaban rigurosamente reglamentados, tanto en lo que se refiere al peso como en lo relativo a los precios de los panes, cuya regulación no era motivo para que algunos dueños empleasen todo tipo de artimañas a fin de reducir el empleo de materia prima o mezclar la buena con otra de mala calidad
“Pulperías”
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LOS PANES DE MÉXICO
De ahí que en la Nueva España se elaboraba pan tal cual se elaboraba en España. Pero, poco a poco, en el transcurso de las primeras décadas del siglo XVI el pan mexicano adquirió características locales y tomo un sabor propio que daría lugar, casi 500 años después a la enorme variedad con la que contamos hoy.
Los panes populares que más se consumieron en el siglo XVI fueron las hogazas, los bonetes y una especie de pan largo, tipo baguette del que deriva el virote y el bolillo
Todos estos panes se elaboraban de manera muy simple. La pasta se hacía a mano, amasándola sobre tahonas de madera alargadas y colocadas sobre burros o armazones de madera o bien, en toscas mesas fabricadas al efecto.
Los panes se labraban sobre estas mesas enharinadas y las piezas se introducían al horno con largas palas de madera. Los ingredientes eran: harina, agua, sal, azúcar y levadura
Los panes populares estaban sellados con la “pintadera”
El pan popular solía venderse por peso. Así, por ejemplo, un pan de 400 g costaba un tomín de oro, es decir, un real, mientras que un pan de 230 g valía medio tomín.
Se trata de los panes y dulces elaborados en los conventos. En los reclusorios de monjas se acostumbraba fabricar golosinas, panes y pastelillos para la venta al público, lo que ayudaba al sostén de los religiosos.
El español comenzaba a acostumbrarse a paladear tamales y tortillas.
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