Suele necesitarse retirar: plumas, uñas, pico, hueso, grasa, vasos sanguíneos, nervios, tendones, cuero, membranas, cartílago, visceras, quitado de escamas, aletas y agallas, etc. Como una norma general, las carnes no deben lavarse, sólo en caso de necesidad debe hacerse de modo inmediato antes de su cocinado.