En el primer, caso, tenemos un côdigo, es decir un sistema de convenciones explícitas y socializadas. En el segundo, una hermenéutica, sistema de signos implícitos, latentes y puramente contingentes. No se trata de que no estén convencionalizados ni socializados sino que lo están, pero de una manera más débil, más oscura y con frecuencia inconsciente. Asi, la bota metálica que sirve de enseña al negocio de un zapatero, el dibujo de una bota en el catálogo de zapatos, la bota militar, insignia de los cuerpos de caballería, etc., dependen de un código. En cambio, la bota del primo Gontran que se cree un gentlemanfarmer, la del hijo de la portera que es miembro de la banda de los Arcángeles de la Maube, la de la dama del quinto piso que es "écuyere en chambre", etc. son variaciones de
una hermenéu tica latente que, en nuestra cultura, asocia la bota con las ideas de "prestigiosocial", "mando", "virilidad", etc.