Para el autor, el enfoque critico debe abandonar el concepto "intervención" educativa puesto que este deforma los fines de este y perpetúa modelos científicos, militares, rígidos, autoritarios, dirigistas y controladores. Señala que es preferible hablar de acción, comunicación, colaboración, participación o interacción informada en orden hacia ir identificando con más precisión el perfil profesional de los educadores en este tipo de labor, presentadolos más como prácticos que trabajan en la practica para mejorarla con los sujetos implicados en ella.