En la etapa comprende a partir de los 20 años hasta los 40, aproximadamente. La manera de tener relación con otras personas se modifica, la persona comienza a priorizar interacciones más íntimas que ofrezcan y requieran de un compromiso mutuo, una intimidad que haga una sensación de estabilidad, de compañía, de confianza. Si se evade esta clase de intimidad, uno puede estar rozando la soledad o el confinamiento, situación que puede terminar en depresión.