La responsabilidad social en el derecho del trabajo significa, en términos generales, la obligación que tienen los sujetos de las relaciones laborales para conducirse con respeto y en beneficio de la sociedad, lo cual implica, por una parte, no afectar -con motivo de su actividad laboral- ni a los miembros del grupo social ni al entorno en que se ubica el centro de trabajo, y por la otra, procurar apoyar el desarrollo de distintas acciones que mejoren el nivel de vida de los miembros de su comunidad, las cuales promuevan la realización de actividades deportivas, artísticas y culturales, fortalezcan la estructura urbana, ayuden a los enfermos y -en general- mejoren la convivencia de todos, para generar un clima de paz y armonía, en especial para encausar a los jóvenes a fin de alejarlos de los vicios y las actividades delincuenciales.