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LA SOCIOLOGIA EN MEXICO: génesis y desarrollo - Coggle Diagram
LA SOCIOLOGIA EN MEXICO: génesis y desarrollo
LA GESTACION
La reflexión sobre el acontecer social cuenta en México con una tradición que se remonta a la colonia, y que ocupó a muchos de sus mejores pensadores.
la sociología propiamente dicha, como disciplina con un objeto y método propios, con un lugar dentro de las instituciones académi-cas, empieza a gestarse en nuestro país hasta finales del siglo XIX
Sierra argumentó que la inclusión de una ciencia apenas en gestación se justificaba porque ésta permitiría “cuando menos estudiar los elementos constitutivos de ese inmenso organismo denominado la humanidad,
En el pensamiento de Sierra, heredero del positivismo comtiano y spen-ceriano, la sociología tiene el mismo rango y las mismas finalidades que las ciencias naturales
Para los liberales mexicanos en el poder, este discurso se convirtió en la doctrina oficial que justificó el statu-quo porfiriano -con su afán de Orden y Progreso- y permitió la secularización de la vida pública
En sus años de gestación, la sociología en México estuvo muy ligada a la filosofía y el derecho
En 1905 catedráticos de la Escuela Nacional de Jurisprudencia crean la Sociedad de Estudios Sociales, en la que se contempla por primera vez la po-sibilidad de estudiar cuestiones filosóficas, económicas y jurídicas
Después de la caída del régimen porfiriano y durante las primeras décadas del estado posrevolucionario, cuando resultaba necesario a los ideólogos del nuevo régimen fincar el proyecto nacional,
La figura de Manuel Gamio es representativa de esta corriente en las pri-meras décadas de la postrevolución y habría de influir fuertemente en los trabajos sociológicos de la época.
En opinión de Gamio la gran heterogeneidad indígena justifica la nece-sidad de establecer “una metodología propia, la cual debería basarse en prin-cipios científicos universalmente aplicados
LA INSTITUCIONALIZACIÓN.
positivismo, humanismo e indigenismo se entre cruzan en el pensamien-to social mexicano cuando en 1930, apenas consolidado el régimen surgido de la Revolución, se crea la primera institución de investigación social
Su fundador, Lucio Mendieta y Nuñez, dice del Instituto: “Fue creado el 11 de abril de 1930 con el propósito, muy loable, de que nuestro máximo cen-tro de cultura tuviese un organismo destinado a la investigación y el estudio
Además de este enlace entre la investigación teórica y utilidad práctica, durante los primeros años de la investigación social en México, se sostiene que la Universidad, si quería realmente prestar un servicio a la sociedad, debía de colaborar con la Administración Pública
Como se desprende de los trabajos realizados por el Instituto y publica-dos en la Revista Mexicana de Sociología, que nace en 1939, en esta etapa y hasta la década de los años 50,
En este proceso, la influencia de la sociología empirista de las escuelas de Chicago y Harvard es muy importante. “El sociólogo profesional -empirista- trata de distinguir su oficio de cualquier otro y rechaza con gran energía
Este empirismo se infiltró también en el estudio de los grupos indígenas, otra de las problemáticas siempre presente durante el período, de manera que “los sociólogos se dedicaron a conocer al indígena, mas bien como antropó-logos y etnólogos
Con su preocupación por la cuantificación y las mediciones, el empiris-mo se convierte en la tendencia predominante en la investigación y descuida la reflexión tanto teórica como los problemas epistemológicos.
En este período predominantemente empirista encontramos aporta-ciones solo marginales del historicismo y el existencialismo, principalmente de intelectuales españoles refugiados en México
En 1939 se crea el Instituto Nacional de An-tropología e Historia; en 1940, el Colegio de México; en 1941, el Fondo de Cultura Económica, que traduce el trabajo de los clásicos de la sociología; en 1948,
De manera que durante los primeros años de institucionalización de las ciencias sociales, y hasta la década de los cincuenta, predomina en México una sociología empirista, ocupada en mediciones y estadísticas
Se carece de una visión global y crítica de los procesos sociales y econó-micos del país. Y esto no era casual. Se vivían en ese período la estabilidad y el optimismo de lo que se conoció como “el milagro mexicano”.
El crecimiento se enfrenta como un problema meramente técnico, que requería de los especialistas capaces de promoverlo, y éste es el sentido en que se espera que trabajen los cientistas sociales en el país
l afirmar que la Escuela permitiría “la formación de técnicos requeridos por la complejidad de las actividades del Estado y de las necesidades sociales que es característica de la vida moderna de los países que, como México, viven un proceso de rá-pida estructuración por obra de sus complejas necesidades impuestas por su desarrollo febril
Además de estos procesos nacionales e internacionales, en el medio aca-démico mexicano se deja sentir cada vez más la influencia del pensamiento de la CEPAL
La sustitución de importaciones, apuntaba la CEPAL, “si bien reducía las importaciones de algunos artículos manufacturados, como bienes de consumo durables, requería mayores importaciones de equipos de capital, de productos intermedios,
A la influencia de la CEPAL se suma una creciente presencia del pensa-miento social europeo en México, ya que “desde los años cincuenta persiste en México una cierta preferencia por Europa, antes que por los Estados Uni-dos, para llevar a cabo estudios de posgrado.
HACIA UNA SOCIOLOGIA CRÍTICA
Se cuestiona tanto la pertinencia de la adopción de modelos y técnicas extranjeras para el estudio de la realidad mexicana, como el carácter cuantitativo y fragmentario de los estudios sociales.
El problema del desarrollo se convierte en el principal tema de la re-flexión política e intelectual latinoamericana. Es el momento en el que se forjan las teorías del desarrollo,
Estos cambios deberían de incluir, entre otros ele-mentos, una reforma agraria que permitiera la elevación de la productividad en el campo; lograr la autosuficiencia alimentaria
Se hace hincapié también en el carácter dual de las sociedades latinoame-ricanas, reformulando la problemática de la coexistencia de formas tradicio-nales y modernas en su seno.
EL DEPENDENTISMO
De las teorías del desarrollo surge la teoría de la dependencia. La premisa fundamental de los teóricos dependentistas (derivada de un análisis marxis-ta) es que dentro del sistema capitalista mundial
La importancia del concepto de dependencia para las ciencias sociales latinoamericanas a partir de la década de los sesenta es incalculable. El con-cepto” llenó el vacío teórico que había en las ciencias sociales pues servía para analizar simultáneamente las relaciones estructurales internas y la vinculación con el exterior.
Aunque la diversidad de enfoques que se dan dentro de esta escuela y la muy disímil calidad de los trabajos que se realizan dificultan hacer una evaluación crítica de los aportes de los teóricos de la dependencia a las cien-cias sociales latinoamericanas
Se multiplican los trabajos en los que se estudian las especificidades históricas de nuestros países, así como del papel del estado en el desarrollo económico y social
Aunque predominan los análisis de corte marxista, también se encuen-tran estudios funcionalistas, y en ambos casos la noción de estructura consti-tuye el eje de la explicación.
En México, en la construcción de ésta sociología crítica sobresale el tra-bajo de Pablo González Casanova. La aparición en 1965 de La Democracia en México fue fundamental.
La Democracia en México estriba en que éstos proble-mas, a lo largo de su análisis, se van articulando en una nueva totalidad. No se trata de totalidades filosófico-abstractas
La manera de hacer sociología y de entender los problemas sociales del país inaugurada por esta obra se vuelve paradigmática (se le considera la primera obra de la sociología académica mexicana) y se convierte en el pri-mer eslabón de una “cadena multiplicadora de conocimiento”
En este período, que se puede llamar dependentista, y que se prolonga hasta finales de la década de los setenta, nacen una serie de instituciones que coadyuvan al proceso de profesionalización de la sociología mexicana
Estas instituciones con el tiempo crean órganos de difusión de su tra-bajo y poco a poco aparecen varias revistas especializadas: Acta Sociológica de la. FCPyS, en la que se publican los estudios de campo realizados por los alumnos de la facultad,
Esta expansión de las instituciones de ciencias sociales -y de sociología particularmente- durante ésta década se enmarca dentro de una política gu-bernamental que incluye, por primera vez en México, una política estruc-turada de apoyo al desarrollo científico.
Asimismo, mostró interés por incluir a las ciencias sociales dentro de proceso de desarrollo. La acción gubernamental contribu-yó directamente en el crecimiento de la estructura institucional donde tenía lugar e desarrollo de las actividades científicas
Este clima favorable permitió que se produjeran importantes investi-gaciones sobre el país y sobre Latinoamérica, pero “no se produjo ninguna conceptualización metodológica de importancia
NUEVOS CUESTIONAMIENTOS
El deterioro de la situación económica y política latinoamericana durante este período obliga a los cientistas sociales a cuestionar las posibilidades del paradigma dependentista de explicar las transformaciones que se efectua-ban en la región.
Se hace necesario dar cuenta de las transformaciones del estado y el ca-pitalismo, explicar el resurgimiento del autoritarismo y también de revalorar y comprender la “democracia formal”
El problema de la democracia, presente hasta hoy como tema fundamen-tal en la reflexión sociológica, tenía que dejar de plantearse teleológicamente y pasar a problematizarse su existencia y posibilidades reales.
Se hace evidente la necesidad de hacer análisis concretos de situacio-nes concretas, de manera que “los años ochenta se caracterizaron por ser críticos de todo y por devolver a las ciencias sociales al camino de la hu-mildad
Se cuestiona el paradigma dependentista pero no se propone ningún marco teórico general que los sustituya. Por el contrario, se comienza a abor-dar el estudio de situaciones específicas y de los nuevos actores sociales emer-gentes en las complejas sociedades latinoamericana
La acción de los hombres se coloca paulatinamente en el centro de la reflexión de la sociología, y se desplaza el análisis que reducía la acción a los efectos de estructuras condicionantes”
En el terreno teórico, este giro permite tanto la paulatina irrupción de teorías que no tienen pretensiones pan-explicativas (como la teoría de los juegos, la sociología interaccionista y la microsociología en general
Al hablar de un patrimonio común constituido por un conjunto quizás relativamente reducido de concep-tos y descubrimientos, y de ciertas ideas acerca de como abordar la problemáti-ca social, no significa de ninguna manera que se hayan borrado las diferencias entre unas y otras corrientes teóricas.
HACIA EL FIN DE SIGLO
Incorporados nuevos problemas y elementos teóricos a las ciencias sociales latinoamericanas, hacia el final del siglo la sociología mexicana realiza una in-vestigación diversificada
Finalmente, habría que decir que si bien esta pluralidad y esta vuelta a las ciencias sociales al “camino de la humildad” pueden abrir perspectivas pro-metedoras para el trabajo sociológico, también parecen inclinar al descuido de la reflexión teórica y epistemológica