Dirección y liderazgo son dos términos que, en su concepción tradicional, tienen un significado diferente. Sin embargo, los directivos ahora tienen el gran reto de cumplir con ambas acepciones: por un lado, lograr el cumplimiento de los objetivos de la organización maximizando resultados y minimizando costos y, por otro, convertirse en personas confiables y humanas para los miembros de la organización.