En un mundo complejo como el de hoy, resulta necesaria la posibilidad de aprender a tomar buenas decisiones, inteligentes, criticas, creativas, reflexivas, autónomas, afectivas, sabias y sobre todo plausibles. Por este motivo es necesario entrenar al cerebro, realizando una serie de ejercicios que aporten la práctica de procesos del pensamiento, para que éste se lleve a cabo en las mejores condiciones posibles.
Esto requiere el desarrollo de un hábito o una cultura de ver las cosas desde otro punto de vista, lo que llevará a una educación reflexiva, útil para tomar decisiones adecuadas en pro de la humanidad