Algunos jóvenes resisten una sociedad tecnológica fría y extrema, que en muchos casos fomenta el consumismo sin sentido, y todo esto ocurre en el marco de una metrópoli deshumanizada y superpoblada, rodeada de múltiples núcleos periféricos, donde abundancia tecnológica y el mismo grado de indiferencia, y Los centros comerciales se convierten en puntos de reunión familiar, reemplazando a las plazas y los caminos de la ciudad.