Es una inflamación de las glándulas salivales, se puede deber a un traumatismo, a una infección bacteriana o vírica, o a enfermedades autoinmunitarias. La forma más frecuente de sialoadenitis vírica es la parotiditis, que puede provocar un aumento de tamaño de todas las glándulas salivales, aunque, en general, afecta más a la parótida.
La parotiditis produce una inflamación intersticial caracterizada por un intenso infiltrado inflamatorio mononuclear. En los adultos puede causar pancreatitis u orquitis, lo que, en ocasiones, provoca esterilidad.