La Guía, propone un mínimo de acciones que los Estados y los titulares mineros deben cumplir, de modo de adoptar las medidas necesarias, al inicio de la definición del proyecto minero; y, que, a lo largo de la explotación minera, se prepare para realizar un cierre de sus faenas, exento de riesgos para la comunidad y el medioambiente.
Las posibilidades de mejoras en el cierre de minas que se presentan en esta guía no son las únicas, hay posibilidades de mejora y que se pueden transformar en futuros pasos y reformas en los países de la región.