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Los intereses del cliente - Coggle Diagram
Los intereses del cliente
El consultor pone plenamente su competencia a disposición del cliente
su objetivo consiste en hallar la mejor solución posible en interés de éste.
La evitación de un conflicto de intereses es una de las cuestiones más delicadas y fundamentales del profesionalismo y de la ética en la consultaría actual.
Ello puede responder a múltiples razones:
• La complejidad de las empresas y las transacciones comerciales en las que los consultores participan como asesores o intermediarios,
• La estructura multidisciplinaria de muchas grandes empresas profesionales y
• La interpretación bastante liberal del propio significado de conflicto de intereses en algunas culturas y países.
Se exige a los consultores que revelen, antes de iniciar su cometido, todos los intereses personales, financieros y de otro tipo pertinentes que no se pueden deducir de la descripción de los servicios que ofrece. En particular, esto se refiere a:
• cualquier puesto de dirección o de control en cualquier empresa competidora del cliente;
• cualquier interés financiero en los bienes o servicios recomendados o suministrados al cliente;
• cualquier relación personal con cualquier persona que esté al servicio del cliente;
• cualquier inversión personal en la organización cliente o en su empresa matriz o en cualquiera de sus filiales '.
A menudo existe un conflicto entre:
los intereses a corto plazo y los intereses a largo plazo del cliente,
entre los intereses de diversos grupos dentro de una organización cliente
La cuestión de saber si se "ha de dar poder" al cliente, compartiendo:
• Los conocimientos especializados,
• Transmitiéndole conocimientos prácticos
• Proporcionándole formación
• Asesoramiento
Un enfoque de consultoría auténticamente profesional es actualmente considerado por la inmensa mayoría de los consultores como una dimensión sólida del aprendizaje. «Ayudar a los clientes a que aprendan a ayudarse a sí mismos» es un objetivo fundamental al que los consultores deben adherirse.
El consultor debe estar seguro de que el cometido está concebido de tal manera, y el cliente participa en él de un modo que el consultor no retendrá sus propios conocimientos teóricos y prácticos, que debe transmitir al cliente.
Los consultores que miran hacia el futuro:
• No consideran la enseñanza y capacitación de los clientes como una amenaza.
• No creen que el futuro sea una simple réplica del presente, que les permitirá continuar haciendo las mismas cosas indefinidamente.
Los clientes:
• Tendrán nuevos tipos de problemas y el cliente podrá volver a recurrir a un consultor de quien ha aprendido técnicas útiles.
• Recomendará el consultor a sus colegas.
• Aparecerán otros clientes y así sucesivamente.