Un mercado competitivo es aquel en el que hay muchos compradores y muchos vendedores, por lo que cada uno ejerce una influencia insignificante en el precio de mercado. Cada vendedor controla en un grado limitado el precio, ya que otros ofrecen productos similares. Tiene pocas razones para cobrar un precio inferior al vigente, y si cobra más, los compradores acudirán a otros. Asimismo, ningún comprador puede influir en su precio, ya que cada uno sólo compra una pequeña cantidad.
Un mercado perfectamente competitivo tiene numerosos compradores y vendedores, por lo que ninguno de ellos influye significativamente en el precio. La mayoría de los mercados agrícolas son casi perfectamente competitivos. Por ejemplo, miles de agricultores producen trigo, que es adquirido por miles de compradores para producir harina y otros productos. Por consiguiente, ningún agricultor y ningún comprador pueden influir significativamente en el precio del trigo.
Mercado en competencia perfecta:
Mercado donde las relaciones entre agentes económicos son tales que:
Los bienes que se ofrecen son todos homogéneos
Hay muchos compradores y muchos vendedores y todos ellos son agentes de pequeña dimensión económica, por tanto ninguno puede influir en el mercado