Un periodo que coincide con la fase fálica de Freud, entre los tres y cinco años de edad aproximadamente.
Erikson sostenía que, además de identificarse con sus padres, los niños en edad preescolar desarrollan la locomoción, el lenguaje, la curiosidad, la imaginación y la capacidad para establecer objetivos.
Modo genital-locomotor:
Para Erikson la situación edípica es un prototipo de “el poder de representación de los humanos, que se prolonga durante toda la vida”, es un drama interpretado en la imaginación del niño e incluye la comprensión rudimentaria de conceptos tan básicos como la reproducción, el crecimiento, el futuro y la muerte.
Iniciativa versus culpa:
Empiezan a tomar iniciativas para seleccionar y perseguir sus objetivos, La consecuencia de esta represión es el sentimiento de culpa. El conflicto entre la iniciativa y la culpa genera la crisis psicosocial dominante de la edad del juego.
Finalidad: la fuerza básica de la edad del juego. El conflicto entre la iniciativa y la culpa genera la fuerza básica de la finalidad. Sus intereses genitales tienen una orientación, y el objeto de sus deseos sexuales es la madre o el padre. Establecen objetivos y los persiguen con determinación.