Son salidas de dinero permanentes en el corto plazo, con las que siempre hay que cumplir (arriendo, cuota del crédito hipotecario, mensualidad de colegios o algún pago para educación, impuestos, servicios públicos, alimentación, útiles de aseo, transporte, servicios de salud, seguros, pago de otro tipo de créditos u obligaciones, entre otros).