Aunque en un principio el continente no había desarrollado una industria turística compleja, destinos como Shanghái y Pekín en China, Tokio en Japón, Kuala Lumpur en Malasia, Jerusalén en Israel y Palestina, Dubái en Emiratos Árabes Unidos, Seúl en Corea del Sur, entre muchísimos otros, son visitados por millones de turistas año tras año.