Las funciones ejecutivas se definen como aquellos procesos cognitivos que posibilitan la realización de conductas complejas y el establecimiento de metas como resultado del control central sobre las emociones, la atención, el pensamiento, el lenguaje, la memoria y la conducta. Este conjunto de procesos tiene como principal objetivo la adaptación a situaciones nuevas al operar sobre la modulación de las habilidades cognitivas, su principal sede neuroanatómica son los lóbulos frontales y en concreto, en la corteza prefrontal, sin embargo, no tienen una localización especifica ya que resultan de una continua interacción entre estructuras corticales y subcorticales.