CONFLICTO ARMADO INTERNO Y ACUERDOS DE PAZ
1954
1962
Derrocamiento de Jacobo Arbenz
Consecuancias del conflicto armado interno
1963
Responsabilidades de la violación de derechos humanos
1977
Represión
1982
Respuesta represiva
1983
Los mayas como enemigo del Estado/ Masacres
1985
Período más sangriento
1996
Acuerdo de paz
Guatemala entró en una etapa sumamente trágica y devastadora, de muchas perdidas en términos humano, material, institucionales y morales. Las violaciones de los derechos humanos y actos de violencia al enfrentamiento armado, se registró un total de 42.275 víctimas
Durante el periodo de enfrentamiento armado la noción de enemigo interno, denomina a la Doctrina de Seguridad Nacional, se volvió cada vez más amplia para el Estado. Las fuerzas del Estado y grupos paramilitares afines fueron responsables del 93% de las violaciones de derechos.
las víctimas de este abuso incluyeron líderes comunitarios, dirigentes sindicales, catequistas y estudiantes.
La magnitud de la respuesta represiva del Estado, absolutamente desproporcionada con la fuerza militar, sólo puede entenderse en el marco de los conflictos sociales, económicos y culturales del país.
En los años de exacerbación del enfrentamiento, con la ampliación de la base de apoyo y la de acción de la guerrilla. El ejército identificó a los mayas como grupo a la guerrilla. En algunas ocasiones esta se produjo en razón de la efectiva existencia de su apoyo a los grupos insurgentes.
Durante el periodo más violento de todo el enfrentamiento, los militares se concentraron en Quiché, Huehuetenango, Chimaltenango, Alta y Baja Verapaz, en la Costa Sur y la capital.
Con el Gobierno de Arzú, a finales de 1996, después de un largo proceso de negociaciones que, contando con las Naciones Unidas, en calidad de moderador y con el respaldo de la comunidad internacional, logró establecer la firma de los Acuerdos de Paz. Los Acuerdos establecen compromisos que representan un logro de incomparable relevancia en la historia nacional de las últimas décadas.
Después del derrocamiento del Jacobo Arbenz en 1954 tuvo lugar un proceso de cierre de espacios políticos, inspirado en un anticomunismo que anatemizó un movimiento social amplio, consolidando mediante leyes el carácter restrictivo y excluyendo del juego político.