Una originalidad reconocida
El niño para existir con su manera original de ser y para conquistar el mundo necesita sentirse todopoderoso, por medio de la pulsionidad motriz. Esta evoluciona hacia la moción pulsional, la cual es un movimiento interno, tónico-afectivo que permite evocar las sensaciones de la acción realizada, el placer que la acompaña, origina el deseo, la intencionalidad de la acción y la capacidad de memorizar.