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Teoría de las Relaciones Objetales, Teorías de la personalidad. …
Teoría de las Relaciones Objetales
Klein destacó la importancia de los primeros cuatro a seis meses a partir del nacimiento, insistiendo en que los impulsos del niño (hambre, sexo, etc.) están orientados hacia un objeto, un pecho, un pene, una vagina, etc.
Según Klein, la relación de los niños con el pecho es fundamental y sirve de prototipo para posteriores relaciones con objetos completos, como la madre y el padre.
La teoría de las relaciones objetales se diferencia de su antecesora en, tres aspectos generales.
La teoría de las relaciones objetales tiende a ser más maternal, dando más importancia a la intimidad y los cuidados de su madre.
La motivación principal de las personas es el contacto y las relaciones entre humanos, más que en el placer sexual.
La teoría de las relaciones objetales da menos protagonismo a los impulsos biológicos y concede más importancia a las pautas sistemáticas de la relaciones interpersonales.
Klein destacó la importancia de los primeros cuatro o seis meses, al principio de su vida los niños tienen una predisposición heredada a reducir la ansiedad que sufren como consecuencia del conflicto provocado por las fuerzas del instinto de supervivencia y el poder del instinto de muerte.
Fantasías: El niño, incluso al nacer, posee una fantasía activa. Las fantasías son representaciones psíquicas de instintos inconscientes del ello; no deben confundirse con las fantasías conscientes de los niños mayores y los adultos.
Objetos: Los humanos tienen pulsiones o instintos innatos, entre ellos el instinto de muerte. Los impulsos, deben tener un objeto. Los objetos introyectados son algo más que ideas internas sobre objetos externos.
Posiciones: Los niños están continuamente inmensos en un conflicto b{asico entre el instinto de supervivencia y el instinto de muerte, entre lo bueno y lo malo, el amor y el odio, la creatividad y la destrucción.
Posición esquizoparanoide: Durante los primeros meses de vida, el niño entra en contacto con el pecho bueno y el pecho malo. Estas experiencias alternas de gratificación y frustración amenazan la existencia del vulnerable yo del niño.
Posición depresiva: Hacia el quinto o sexto mes de vida, el niño empieza a percibir los objetos externos como una unidad y a ver que una misma persona puede tener características buenas y malas.
Mecanismos de defensa psíquicos: Desde la primera infancia, los niños adoptan diversos mecanismos de defensa psíquicos para proteger su yo contra la ansiedad provocada por sus fantasías destructivas.
Introyección: significa sencillamente que los niños imaginan que tienen dentro de su cuerpo las percepciones y experiencias que han tenido con el objeto externo, al principio, el pecho de la madre.
El yo, que existe desde el nacimiento, puede percibir fuerzas destructivas y afectivas.
Escisión: Los niños solo pueden controlar los aspectos buenos y malos de sí mismos y de los objetos externos mediante la escisión de estos, es decir, separando impulsos incompatibles.
Identificación proyectiva: Mecanismo de defensa psíquico en el cual los niños separan las partes inaceptables de sí mismos, las proyectan sobre otro objeto y, por último, las introyectan dentro de sí mismos en forma modificada o distorsionada.
Internalizaciones: La persona asimila (introyecta) aspectos del mundo externo y organiza esas introyecciones en un marco psicológicamente relevante.
Existen tres internalizaciones importantes :
El yo:
Klein (1959) afirmaba que, aunque al nacer el yo está bastante desorganizado, es lo suficientemente fuerte como para sentir ansiedad, usar mecanismos de defensa y crear relaciones objetales tempranas tanto en su imaginación como en la realidad.
Ej. cuando el yo conoce el pecho bueno, espera tener experiencias positivas similares con otros objetos, como sus propios dedos, un chupete o el padre.
El superyó:
El superyó genera poca ansiedad, pero mucha culpa, ha perdido gran parte de su severidad y se ha transformado en una conciencia realista.
Ej. los niños pequeños temen ser devorados y
cortados en pedazos, temores totalmente desproporcionados en relación con cualquier peligro real.
El complejo de Edipo:
Klein sostenía que el complejo de Edipo empieza durante los primeros meses de vida, coexiste con las fases oral y anal , y alcanza su clímax en la fase genital a la edad de tres o cuatro años.
Las niñas y los niños viven el complejo de
Edipo de manera distinta.
Teorías de la personalidad.
Estudiante: Thelma Nineth Cutzal Jacobo.
Carné: 3001-20-20536