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DIFERENCIAS DE LAS POSTURAS CRITICAS, image, Por: Mariana Baquero Torres…
DIFERENCIAS DE LAS POSTURAS CRITICAS
Romeo y Julieta: el mito del amor imposible
Piedad Bonnett Vélez
El amor feliz no tiene historia. Solo el amor mortal es novelesco: es decir, el amor amenazado y condenado por la propia vida. Lo que exalta el lirismo occidental no es el placer de los sentidos ni la paz fecunda de la pareja. Es menos el amor colmado que la pasión de amor.
El drama no es sino la reelaboración de una historia preexistente.
Todo en la obra es vertiginoso.
En Romeo y Julieta hay un estrechamiento de conciencia.
La rapidez de los procesos, que anula toda posibilidad de acercamiento psicologista al tema del amor, podría interpretarse como torpeza del autor.
El amor es paradójico, supera el orden y la razón.
Los adultos constituyen el verdadero obstáculo del amor en la medida en que han creado una barrera entre los jóvenes al persistir en sus odios irracionales.
La noche es el ámbito por excelencia del amor-pasión, y es natural entonces que buena parte de esta obra transcurra en su dominio.
El enamoramiento va más allá del deseo.
Si la pasión se le suma a la muerte, tendremos la tragedia por excelencia.
Romeo y Julieta escogieron la muerte con la misma pasión con que habían escogido el amor.
El yugo de las infaustas estrellas
William Ospina
El amor es la alegría, acompañada de la idea de una causa exterior.
Romeo es juguete del destino y por su propio carácter cada vez lo será más.
Shakespeare está muy lejos del espíritu de la religión medieval y muy cerca del paganismo y del naturalismo del Renacimiento.
Romeo es la impaciencia misma y su propio enemigo.
Romeo y Julieta se vieron solo cinco veces en los cuales lo único constante era la urgencia.
Hay tiempo para todo menos para que los dos jóvenes que mueren el uno por el otro se encuentren y morosamente paladeen las inminencias del amor, sus secretos pueriles, su eternidad.
El mundo hecho contra el amor pervierte las cosas con su naturaleza, desordena la secuencia del tiempo, cambia el comienzo en final, cambia el lecho de plumas en un lecho de huesos crujientes, y hace que los jóvenes en lugar de avanzar hacia la serenidad y la dicha se apresuren hacia el cementerio.
Por: Mariana Baquero Torres 10-03