Las opiniones no surgen de la nada, sino que son el resultado de uno o varios procesos de formación.
Los medios informativos, esas ventanas abiertas al inmenso mundo que queda más allá de nuestra experiencia directa, determinan los mapas cognitivos que nos hacemos de él.
La base de la opinión pública es más cognitiva que racional. Por una lado es consecuencia de representaciones, esquemas mentales, imágenes simbólicas que los individuos
construyen en cuanto a la realidad. Pero por otro lado, estos esquemas cognitivos, en tanto fuentes de opiniones, son en su mayoría una representación parcial.