Valoración continua de los hematomas, ya que indica una hemorragia interna leve, administración de medicamentos para el manejo del dolor, antibióticos según prescripción y la inflamación cuando sea necesario, prevención del seroma (vendaje o apósito compresivo), valorar características de la herida y cicatrización, garantizar la inmovilización estricta del paciente en posición semifowler, realización de cura diaria con técnica aséptica, drenaje de la herida y educar al paciente sobre su proceso de recuperación.