Adaptar el afecto es saber reconocer las propias emociones y saber manejarlas, utilizar las habilidades personales, saber ponerse en los zapatos del otro y crear relaciones sociales, tener capacidad de amor maduro, identificar, expresar y manejar todo tipo de afectos y ser sensibles a los afectos ajenos, disfrutar de pequeños agrados cotidianos, aceptar y manejar experiencias dolorosas que no podemos evitar, tener estabilidad emocional, tener autoestima, ser socialmente adaptado, tener un comportamiento asertivo, tener un proyecto de vida con metas concretas, Tener conocimiento de la sexualidad y mantener lazos afectivos estables.