Así, es común observar una alta inteligencia naturalista en biólogos, ambientólogos, climatólogos, ingenieros forestales, paleontólogos, agrónomos, veterinarios o incluso en exploradores, guardias forestales, jardineros, cazadores o exterminadores. Es decir, está presente en todos aquellos que trabajan en la observación del ambiente o de especies diferentes.
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