La oportunidad de los pequeños
Nada es para siempre. Ni las votaciones masivas ni la pequeñez endémica.
Es más: siempre hay una oportunidad para las formaciones pequeñas.
Vivimos tiempos de discontinuidades, rupturas, fragmentación, fogonazos y
espasmos. Todo amenaza con romperse o quebrarse, con disolverse o
separarse o subdividirse.
Por eso mismo, y quizás más que nunca, hay oportunidades para los
pequeños.